El delegado del Gobierno en Cantabria, Agustín Ibáñez, ha visitado con el alcalde de Camargo, Ángel Duque, y el jefe de la Demarcación de Carretera del Ministerio de Fomento, Fernando Hernández, el túnel de La Venta de la Morcilla en Revilla, que forma parte del segundo tramo de la Autovía Ronda de la Bahía Cacicedo-Parbayón, infraestructura que estará en funcionamiento en su totalidad a mediados del próximo año.   

El túnel se encuentra en la zona intermedia del tramo Parbayón-Cacicedo, el más largo y de mayor presupuesto de los tres, donde se ha completado la perforación de los túneles bajo el Alto de La Morcilla. El túnel oeste de 586 metros completó la perforación a mediados de diciembre pasado y el túnel este de 634 metros, en enero. Cada uno de ellos tiene un ancho de 12,50 metros de calzada más dos aceras de un metro, lo que permite la ampliación futura a tres carriles. 

Solo la realización del túnel tienen un presupuesto de unos 15 millones de euros y en estos momentos se llevan a cabo las labores de drenaje, impermeabilización, hormigonado de la bóveda y ejecución de las instalaciones de iluminación, ventilación y seguridad, entre otras. 

La Autovía Ronda de la Bahía de Santander, que se denomina S-30, tiene como principal objetivo reordenar la circulación del entorno de Santander y municipios del Arco de la Bahía, así como del tráfico de largo recorrido que atraviesa la Comunidad de este a oeste y viceversa. 

La ausencia de otro tipo de infraestructuras obliga a pasar por las vías de acceso a Santander, con los lógicos problemas de saturación que ello provoca, especialmente en Camargo que es uno de los municipios que más sufre esta problemática. 

Esta infraestructura está muy ligada al tramo Solares-Torrelavega de la Autovía del Cantábrico, que contribuirá también a descongestionar el tráfico en las inmediaciones de los municipios de Santander, Camargo, El Astillero, Villaescusa, Piélagos y Santa Cruz de Bezana, ya que los vehículos de largo recorrido interregional utilizarán esta vía, dejando libre los acceso a Santander. 

El tramo Cacicedo-Parbayón es uno de los más complejos de los tres, con 6 kilómetros de longitud y 74 millones de euros de presupuesto, ya que dentro del mismo se contemplan numerosas infraestructuras:

-Un viaducto de 75 m de longitud en la zona del Alto de la Morcilla para salvar la vía de RENFE.

-Un paso superior para salvar la carretera local del Barrio Amedias.

-El futuro carril bici de Revilla de Camargo, que atraviesa perpendicularmente a la autovía mediante un paso inferior.

-Un viaducto para salvar la glorieta del Enlace de Revilla donde confluyen los cuatro ramales de acceso a la autovía.

-Un paso inferior para salvar un camino de uso agrícola en las proximidades del Enlace de Revilla.

-Una pasarela peatonal en las inmediaciones de la glorieta del Enlace de Piedras Blancas para dar servicio a un camino vecinal que cruza perpendicularmente la autovía.

-Un paso superior para dar continuidad a la carretera Las Portillonas-Bezana.

-La autovía salva la reposición de la carretera Las Presas-Escobedo, mediante una estructura.

-El Puente de la calle San José en Cacicedo permite el paso sobre la autovía de la calle mediante un paso superior de 96 m de longitud. 

El delegado del Gobierno se manifestó muy satisfecho del ritmo de realización de la obra, tras haber sido incluida en el Plan de Aceleración de obra pública con un adelanto de siete millones de euros. Los últimos estudios del Ministerio de Fomento indicaban que la S-10 entre Santander y Astillero, de sólo siete kilómetros, soporta diariamente entre 90.000 y más de 100.000 vehículos diarios, según los tramos. 

La Autovía Santander Torrelavega, entre Raos y Bezana, contabiliza más de 55.000 vehículos diarios; la Autovía del Sardinero más de 35.000 y la N-623 Santander-Burgos a su paso por Camargo tiene entre 20.000 y 25.000 vehículos al día, de los que entre 1.500 y 2.000 son camiones. 

En este contexto de más de 200.000 vehículos diarios circulando por las vías cercanas es en el que se va a poner en marcha la Ronda de la Bahía, que va a ser una de las más transitadas y utilizadas de Cantabria, y que a su vez va a servir para despejar las otras. 

Agustín Ibáñez dijo que esta obra es de vital importancia para culminar la vertebración del tráfico entre la capital de Cantabria y el Arco de la Bahía y va a suponer una vía de comunicación rápida, cómoda y segura para todos los municipios que se encuentran cercanos a Santander y que se van a beneficiar de una mejor fluidez en los tráficos de entrada y salida.