El alcalde de Camargo, Angel Duque, y el primer teniente de alcalde y concejal de Urbanismo y Vivienda, Carlos González, presentaron hoy el documento provisional del nuevo Plan General de Ordenación Urbana, que según explicaron, contempla un millón de metros cuadrados de suelo productivo (industrial y comercial), cuyo “grueso” se sitúa en el entorno de la Autovía Ronda de la Bahía, entre los nudos de La Verde y Revilla, así como varias bolsas de suelo público y privado en las que tendrán cabida cerca de 800 viviendas de protección oficial de régimen general y especial, “una cantidad nada desdeñable”.

El terreno público se ubica en La Venta y el Barrio Santa Bárbara de Revilla, dos bolsas de suelo adquiridas por el Ayuntamiento en 1996, donde podrían construirse del orden de 300 viviendas “con repercusión de coste cero”. Por otro lado, el Plan destina a vivienda protegida  una bolsa de suelo privado de 12 hectáreas en La Maruca (Muriedas), y otra de 66.000 metros cuadrados ubicada en Las Presas (Herrera).    

Asimismo, el equipo de Gobierno de ACaP propone la figura del convenio urbanístico para ganar para uso público dos áreas especialmente sensibles del municipio: por un lado la zona del desguace de Punta Parayas, propiedad de Recuperaciones Submarinas, y por otro lado el Pozón de la Dolores y el Pozón de la Ruperta, que quedarían unidos por un corredor medioambiental. Esta segunda operación afecta a una superficie de tres millones de metros cuadrados propiedad de la empresa Global Steel Wire, e incluiría la recuperación de la zona deportiva que el pueblo de Camargo tuvo años atrás.   

Tras el estudio por parte del equipo de Gobierno, el documento para la aprobación provisional del PGOU se presentará a mediados de mes a los grupos de la oposición para que hagan sus sugerencias, con el fin de negociar el documento y recabar los apoyos suficientes para aprobarlo en el Pleno y a continuación sacarlo durante un mes y medio a exposición pública para que los ciudadanos puedan realizar alegaciones, y una vez finalizado este proceso, remitir el Plan al Gobierno regional para su aprobación definitiva.    

“MUCHO CAMINO ANDADO”  

El alcalde destacó que el plan “llega con las negociaciones hechas y, por tanto, con mucho camino andado”. En este sentido, explicó que desde la contratación del equipo redactor a principios de 2008, han transcurrido algo más de dos años de intenso trabajo y de un “extraordinario peregrinaje” por todas las administraciones y organismos que tienen que informar el documento, desde el propio Gobierno regional hasta Costas y Confederación Hidrográfica, Carreteras, Ferrocarriles, AENA, Puertos del Estado, etc.   Y es que el Plan lleva aparejados un total de 19 informes sectoriales, además del Informe de Sostenibilidad Ambiental (ISA), que saldrá a exposición pública a la vez que el Plan y junto con los convenios urbanísticos.

Las afecciones señaladas por todos estos organismos ya se han recogido en el documento con el fin de evitar escollos más adelante, por lo que al haber “invertido el proceso y los plazos”, el alcalde tiene la “convicción” de que el Plan General puede ser aprobado de forma definitiva a finales de este año o principios de 2011. “Estamos a las puertas”, afirmó tras felicitar al concejal de Urbanismo y al equipo de Gobierno por el trabajo realizado.  

Esta herramienta “fundamental para el futuro, necesaria y muy ansiada por los ciudadanos” regulará el crecimiento y ordenación del municipio durante al menos los diez próximos años, con una proyección de población de 44.000 habitantes en el año 2020. Duque recordó que desde el año 2002, en que una sentencia del Tribunal Supremo dejó sin efecto el PGOU de 1996, el Ayuntamiento de Camargo se rige por el Plan de 1988, que ya es “un anciano” y está prácticamente agotado”.   

2.500 PUESTOS DE TRABAJO  

“22 años es mucho tiempo para un Ayuntamiento dinámico y estratégico como Camargo. Todo el suelo industrial previsto en el planeamiento en vigor está agotado, luego no tenemos espacio donde ubicar nuevas empresas”, explicó el alcalde, quien destacó que el millón de metros cuadrados de suelo productivo previsto en el nuevo plan “sería una inyección holgada para los próximos diez años” que supondría la ampliación de la capacidad económica de Camargo y podría significar la creación de entre 2.000 y 2.500 puestos de trabajo más al final de dicho periodo.   

Por su parte, el concejal de Urbanismo recordó que el Plan “no es nuevo”, sino que de acuerdo al compromiso adquirido en la campaña electoral, se ha partido del documento aprobado provisionalmente en 2005 por el anterior equipo de Gobierno, independientemente de las discrepancias con el modelo de desarrollo que propugnaba, con bolsas de suelo excesivamente grandes que condicionaban el desarrollo de empresas de mediano tamaño. Carlos González cree que pactar el Plan General con los grupos de la oposición “puede ser fácil” dado que “no es un documento íntegro del equipo de Gobierno”.   

Por otro lado, explicó que el Plan General está sometido a una normativa ambiental “prolija”, de la que destacó por un lado el Informe de Sostenibilidad Ambiental y el estudio de inundabilidad de los ríos Collado y Bolado para la Confederación Hidrográfica, que ha supuesto siete meses más de trabajo y cuyo resultado obliga a reducir clasificación de suelo en los márgenes de ambos ríos en una superficie de 550.000 metros cuadrados, un suelo que queda “hipotecado con valor cero desde el punto de vista urbanístico”, igual que ocurre con las afecciones del puerto, el aeropuerto, la Ronda de la Bahía, los ferrocarriles, etc., explicó el concejal.   

El equipo de Gobierno propone nuevamente los convenios urbanísticos como fórmula para que los ciudadanos se beneficien de las plusvalías que genere el desarrollo urbanístico, tal y como mandata la Constitución. El concejal explicó que ya se dispone de borradores de convenio tanto con Recuperaciones Submarinas en la Punta de Parayas como con Global Steel Wire para obtener el Pozón de la Dolores, una lámina de agua de más de 10.000 metros cuadrados y una franja perimetral para hacer miradores. Esta segunda operación urbanística, “muy limitada por la normativa ambiental”, ya se recogía en el Plan de 1996.