El templo había sido edificado en su tiempo para sustituir a una vieja ermita, gracias a la iniciativa y apoyo de Fray Antonio de San Miguel, Obispo de Micheacan (México), nacido en Revilla en 1726.
Ermita de San José (Igollo)
La Parroquia de Santa Eulalia de Igollo aparece documentada en 1025, no obstante la actual construcción se remonta a finales del siglo XVII. Custodia un retablo mayor realizado hacia XVIII, similar al de San Julián de Herrera.
Iglesia de San Juan Bautista (Maliaño)
Esta iglesia fue mandada edificar por Tomás de Herrera y Herrera, caballero de la Orden de Alcántara, construyéndose entre 1656 y 1662. Fue realizada conforme a una traza proyectada por el arquitecto Francisco Riva y Velasco, de origen trasmerano.
La evolución histórica del valle de Camargo queda también reflejada en su arquitectura religiosa. El único ejemplo de Románico del Valle son los restos de la iglesia de San Juan de Parayas. El resto de edificios religiosos ofrecen un recorrido por la arquitectura rural cántabra de la Edad Moderna.
En este primitivo edificio se distinguían cinco partes:
En 1907 Alcalde del Río descubrió en el fondo de la gruta unos grabados que tradicionalmente se vienen situando en el Magdaleniense Inferior y que representarían un ave y un posible caballo.