La alcaldesa de Camargo, Esther Bolado, ha explicado que las obras se desarrollarán en el mes de agosto “aprovechando que es este periodo en el que se registra una menor afluencia de tráfico”, con el objetivo de que “se afecte lo menos posible a la circulación y minimizar así las molestias a vecinos y conductores”.

Los trabajos tendrán una duración estimada de tres semanas y van a consistir en la sustitución de los adoquines actualmente existentes, que ocupan una superficie aproximada de 1.800 metros cuadrados, por asfalto estampado. Con ello se pondrá fin a los problemas existentes en este tramo de calle, que presentaba un mal estado en el firme, con adoquines sueltos y baches, desde que en la pasada legislatura se permitiera el paso de vehículos pesados por allí como consecuencia de las obras de la carretera que conecta la Cerrada con Guarnizo.

Además, mientras se desarrollen las obras se va a permitir el paso alternativo de vehículos, y el tráfico estará regulado mediante semáforos. Para ello, las obras se van a llevar a cabo en primer lugar en el carril en sentido hacia el parque de Cros, quedando libre para la circulación el otro carril, y posteriormente los trabajos se realizarán en la zona de la calzada que ocupa el carril en sentido a La Vidriera, con lo que se hará posible que los automovilistas y vecinos puedan continuar usando la calle y no se cierre al tráfico por completo.

También hay que señalar que, durante el periodo de desarrollo de las obras, la zona destinada al aparcamiento que se encuentra situada en el margen junto a las vías del ferrocarril quedará deshabilitada. Con ello se busca evitar que los coches que allí se estacionan pudieran sufrir cualquier tipo de daño como consecuencia de los trabajos y del movimiento de la maquinaria o de los materiales, al objeto de garantizar que no se produzca ningún desperfecto en los vehículos.

Las obras

Para llevar a cabo el arreglo de la calle, el Ayuntamiento de Camargo destina 66.000 euros más IVA, y los trabajos incluyen la retirada del adoquinado que se ubica en los carriles destinados a la circulación -que se trasladará a una parcela municipal donde las piezas serán almacenados para su posterior reutilización- y la eliminación de la base sobre la que se asentaban los bloques, alcanzando una profundidad aproximada de 11 centímetros hasta la superficie de hormigón.

Posteriormente se aplicará riego de imprimación y una capa de asfalto intermedia, y sobre ella se procederá a la aplicación de la capa de rodadura de aglomerado asfáltico definitiva, que será impresa mediante rejilla metálica para simular una apariencia de adoquín.

Finalmente, se aplicará un acabado con revestimiento para pavimentos de aglomerado asfáltico, rugoso antideslizante, anticarburante y con alta durabilidad al tránsito de vehículos y al desgaste, y se procederá al pintado de las marcas viales.