Una quincena de personas ha participado en el programa de apoyo a cuidadores de familiares en situación de dependencia que se ha desarrollado desde el pasado mes de mayo en el Centro Cultural La Vidriera y fue clausurado por la concejala de Servicios Sociales, Jennifer Gómez.

El curso tendrá continuidad el próximo año, según ha informado la concejala, quien ha explicado que el programa, dirigido en esta primera edición a los cuidadores de los usuarios del Servicio Municipal de Ayuda a Domicilio, se abrirá en el futuro a toda la población cuidadora de personas dependientes.

El curso ha sido promovido por la Concejalía de Servicios Sociales, en colaboración con la Consejería de Empleo y Bienestar Social, con el fin de crear espacios de encuentro que permitan a las personas cuidadoras hallar apoyo, descubrir nuevas formas de afrontar las circunstancias diarias y liberar la angustia y el estrés que su quehacer les genera. Ello se consigue mediante la orientación y apoyo de profesionales y la convivencia con personas que se encuentran en su misma situación con las que pueden compartir experiencias.

La concejala de Servicios Sociales explicó que los cuidadores familiares se encuentran ante una situación para la que escasamente están preparados, que es más compleja de lo que normalmente se piensa y que en ocasiones exige una dedicación absoluta. Añadió que por lo general, los cuidadores se vuelcan en la persona que tienen a su cargo y no se prestan atención a sí mismos.

En este sentido, explicó que los participantes en el curso han tomado conciencia de que necesitan momentos de respiro y que el bienestar de la persona a la que cuidan pasa en primer lugar por el bienestar físico y emocional de uno mismo. La concejala añadió que los cuidadores han respondido positivamente a las orientaciones que han recibido durante el curso para mejorar su calidad de vida, y han interiorizado habilidades y estrategias para aprender a pedir ayuda, a controlar los sentimientos negativos y a relajarse.

Añadió que después de estas sesiones, los propios cuidadores se sienten más fuertes a la hora de afrontar situaciones difíciles de la vida diaria de la persona dependiente. “Realmente han observado cambios en ellos mismos en relación a cómo estaban cuando empezaron el curso”, subrayó la concejala.