Camargo transforma la arteria central de su casco urbano al devolver a los peatones el uso del 72% de los 4.000 metros cuadrados de la Avenida de la Concordia
Tres meses de trabajos que comenzarán previsiblemente en enero y un presupuesto municipal que será inferior a los 492.000 euros por los que se licitarán las obras va a modificar tanto la cara como la parte no visible de los 4.000 metros cuadros de la arteria principal del casco urbano Muriedas-Maliaño, la Avenida de la Concordia.
Así lo ha anunciado en rueda de prensa el Alcalde de Camargo acompañado por el Concejal de Obras Guillermo Plaza y los Alcaldes Pedáneos de Muriedas y Maliaño, Amancio Bárcena y Joaquín Arroyo.
Movellán ha explicado que la remodelación de la Avenida de la Concordia es la “pieza central” que faltaba “al puzle” de actuaciones “solo aparentemente inconexas” que se vienen desarrollando a los largo de la legislatura y que quedarán integradas al concluir los trabajos anunciados hoy y concebidos para “restar peso a los vehículos y devolvérselo a los peatones”.
Así, el 72% de los 4.000 metros cuadrados de la Avenida de la Concordia pasará a ser de uso peatonal (un 55%) y semipeatonal (un 17%) de modo que los vehículos dispondrán para su uso un 28% del espacio. Actualmente según los estudios previos encargados para la realización del proyecto de regeneración urbana de la zona, los vehículos disponen de un 65% del espacio.
Movellán ha comenzado “por despejar posibles inquietudes dejando claro que no se va a peatonalizar ni a semipeatonalizar la Avenida de la Concordia” y que “los vehículos privados y los de servicio público van a poder continuar circulando y estacionando en esta calle”.
En los próximos días además se abrirá un proceso de participación ciudadana con la instalación de una carpa informativa en el Parque Lorenzo Cagigas, cuya colocación prevista para esta mañana ha sido aplazada a causa de la intensa lluvia. Técnicos municipales además del propio alcalde y el Concejal de Obras atenderán a los vecinos en este punto en los próximos días para explicar la realización del proyecto y para recoger sus aportaciones a la mejora del mismo.
Movellán ha señalado que “esta actuación va a tener un gran impacto estético pero no es una operación de cosmética urbana dado que incluye la renovación integral tanto de la superficie como de las conducciones de alumbrado, drenaje y de la red de saneamiento”. Estas medidas no visibles, sumadas a la actuación que actualmente desarrolla la Consejería de Medio Ambiente en este punto en el que se está sustituyendo la red de abastecimiento de agua, prepara al centro urbano para afrontar el futuro sin las averías ahora tan frecuentes y con una morfología que lo va a convertir en polo de atracción y a potenciar el dinamismo de la actividad económica, ha explicado.
Las aceras de esta Avenida pasarán a contar con un ancho de hasta seis metros. Para integrar esta actuación con las actualmente en marcha en la calle Eulogio Fernández Barros, los pavimentos tanto de las aceras como de la zona vial se instalarán en coordinación con los ya instalados tanto en esta como en la calle Constitución, realizando así un juego visual que mantiene la identidad de las diferentes vías a la vez que las integra en un itinerario identificable y atractivo para la actividad comercial y hostelera.
La Avenida de la Concordia se transformará con esta actuación en una zona de tráfico calmado con preferencia para los peatones. Para ello, el pavimento de las aceras y de los espacios reservados a vehículos serán diferentes en su material y relieve pero quedarán a una altura similar enviando así un mensaje claro a los conductores que se van a ver obligados a adaptar la velocidad y el comportamiento en la conducción a las nuevas características de la calle.
Con este objetivo además se va a restringir la facilidad de giro hacia la calle Eulogio Fernández Barros .
La rigidez del tránsito, la excesiva longitud de la distancia de cruce entre acera y acera, la falta de conexión entre tramos del itinerario que los peatones realizan actualmente entre los distintos puntos de la calle y el aspecto general de extremada dureza que muestra esta zona van a verse corregidos con el nuevo diseño en gran medida a través de la construcción de una gran glorieta a modo de plaza central que quedará ubicada en la intersección de la Avenida de la Concordia con Eulogio Fernández Barros y segregada del tráfico mediante elementos de protección.
Esta nueva “plaza central” quedará muy reducida en altura, de modo que no será rebasable por vehículos convencionales, pero pudiera serlo por vehículos de longitud y características especiales que por circunstancias muy determinadas debieran atravesar este punto y no pudieran realizarlo girando a causa de la modificación de la anchura de la vía que en este punto se va a estrechar para evitar que se fomente el aparcamiento inadecuado.
Se van a reducir así las aceleraciones, desaceleraciones, la propia velocidad y con ello los ruidos y las emisiones contaminantes.
Estas actuaciones se complementan con la renovación total del mobiliario urbano: bancos, papeleras, alcorques, bolardos, barandillas y jardineras. Estos elementos van a ser fundamentales para que la nueva Avenida de la Concordia mantenga su identidad sin dejar por ello de integrarse perfectamente con las calles que ya han sido sometidas a este trabajo de regeneración y con las que lo sean en un futuro.
Se sustituirá además la señalización, tanto horizontal como vertical, así como los semáforos existentes en la intersección con la Avenida de Bilbao que serán reubicados.
Se reestructura la situación de los contenedores de residuos sólidos urbanos, de manera que se crean dos zonas independientes, una en cada tramo, Oeste y Este, en las inmediaciones de la glorieta central, con la inclusión de dos nuevos elementos.
Se realizará un importante trabajo de renovación de la vegetación, con la retirada de los árboles actuales y la plantación de arce japonés, además de la colocación de jardineras y espacios en superficie con especies arbustivas, con el objetivo final de proteger a la calle del acusado tráfico periférico.
En cuanto a los estacionamientos, pasarán a ser en cordón conservándose prácticamente el número de plazas y sin alterar servicios como la parada de taxi que permanecerá en la Avenida de la Concordia.
Con la regeneración urbana de este eje central, Camargo pone punto final a décadas en las que las calles se han venido adaptando a las necesidades de los vehículos para comenzar a exigir que el tráfico se adapte a las calles y por tanto tome en consideración las necesidades de los peatones.
Con esta transformación, ha señalado Diego Movellán “áreas que hoy parecen inconexas y que producen una impresión de distancia entre sí mayor de la real van a percibirse como más próximas y conectadas y que nos van a devolver un centro en el que vivir que no será ya sobre todo un centro a través del que conducir”.
El Alcalde ha recalcado el carácter “integrador” de esta nueva actuación que comunica el resto de actuaciones que se vienen desarrollando desde el inicio de la legislatura con el fin de evitar sobre todo el tránsito actualmente excesivo de vehículos por las calles centrales de casco urbano. Para ello, ha recordado el regidor “hemos actuado en cuatro aparcamientos ubicados en tres áreas del perímetro del casco urbano: remodelando uno de ellos, el de La Vidriera, y generando tres nuevos aparcamientos, como son el triángulo de Cros, el de Avenida de Bilbao y, mediante un acuerdo, el espacio ubicado en las inmediaciones de la oficina del EMCAN.
Además, ha señalado MOvellán “estamos actualmente transformando dos puntos opuestos de este casco urbano como son la zona deportiva del Parque de Cros y las calles comerciales Constitución y Eulogio Fernández Barros” que quedan conectadas entre sí a través de este nuevo itinerario de preferencia peatonal.
El alcalde ha explicado que se busca así “poner fin a un concepto urbanístico obsoleto que genera niveles de contaminación y ruidos incompatibles con las actuales exigencias de la calidad de vida y que limita la proyección de futuro de la actividad comercial y hostelera” y avanzar hacia un nuevo casco urbano concebido para las personas y no para los vehículos, “un rediseño actualizado del casco urbano que pasa por un cambio del carácter, que no el uso, de una de sus vías principales”.
Movellán ha anunciado que en los próximos días están previstos encuentros con los sectores del comercio, la hostelería y el taxi para explicarles en detalle este proyecto y para recoger sus sugerencias y ha señalado que “esperamos contar con un buen número de ideas a incorporar porque somos conscientes del entusiasmo que pasadas las reticencias iniciales está despertando la transformación de las calles Eulogio Fernández Barros y Constitución, entusiasmo que nos transmiten ya no solo los vecinos de estas calles que ven aumentar el valor de sus propiedades”.
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