La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Camargo, presidida por el alcalde, Angel Duque, ha aprobado el anteproyecto para la restauración ambiental y adecuación del espacio que rodea la Cueva del Juyo, en Igollo, con un coste de 27.000 euros, y ha solicitado a la Consejería de Medio Ambiente que financie esta actuación a través de la convocatoria regional de subvenciones para la restauración y rehabilitación ambiental de espacios degradados.

La Junta Vecinal de Igollo viene trabajando desde el principio de la legislatura para lograr la restauración del entorno de esta cueva, considerada uno de los principales yacimientos paleolíticos de Cantabria. Ante las dificultades encontradas, el presidente de la Junta Vecinal de Igollo, Roberto Terán, ha recabado el apoyo del alcalde, Angel Duque, que se ha puesto a su disposición para liderar el proyecto desde el Ayuntamiento, con el fin de conseguir la implicación del Gobierno regional.

Duque ha destacado el gran valor paisajístico y medioambiental de este enclave que reúne todas las condiciones para ser puesto en valor y que la gente pueda disfrutar de ello. Para el alcalde, la restauración propuesta por la Junta Vecinal de Igollo se hace cada vez más urgente, ya que no se ha realizado ninguna conservación especial del entorno en años. La entrada de la cueva y el magnífico paisaje que la rodea presentan un estado total de abandono, con la invasión de maleza y suciedad, por lo que Ayuntamiento y Junta Vecinal van a ir de la mano para lograr frenar la situación de degradación en la que se haya inmerso.

El anteproyecto de restauración contiene una serie de actuaciones blandas en el exterior de la cueva para contribuir a su mantenimiento y conservación, velando por el buen estado de los importantes restos arqueológicos que se encuentran en su interior. Los trabajos propuestos consisten en la mejora de la vegetación existente, que se encuentra en un estado de abandono importante que ha dado lugar a la degradación del entorno y al desarrollo de especies de bajo interés natural como el plumero y la zarza.

Además, se contemplan las tareas necesarias para el acondicionamiento del arroyo que discurre hacia la cueva, con el fin de minimizar el riesgo de inundaciones que pudieran repercutir negativamente en el estado de conservación del yacimiento arqueológico, y la eliminación de los eucaliptos cuyas raíces afectan al techo de las galerías de la cueva.

Autorización a cultura

Asimismo, para poner en valor esta importante cueva se instalarán elementos indicativos e interpretativos en las inmediaciones de la misma. A la vez que se ha solicitado subvención a la Consejería de Medio Ambiente para costear la restauración, el Ayuntamiento ha remitido un escrito a la Consejería de Cultura solicitando autorización para llevar a cabo estas actuaciones, dado que la Cueva del Juyo es Bien de Interés Cultural, y su entorno de protección está delimitado mediante Decreto del Consejo de Gobierno en el año 2003.

La cueva del Juyo constituye uno de los principales yacimientos paleolíticos de Cantabria entre la amplia secuencia del Magdaleniense Inferior Cantábrico. Es destacable la conservación de estructuras complejas entre las que destaca el famoso Santuario y la abundancia de objetos de los niveles paleolíticos, entre ellos varios de Arte Mobiliar con varias representaciones naturalistas.

Según varios investigadores nacionales e internacionales, se apunta la Cueva del Juyo como uno de los lugares sagrados más antiguos del mundo. Según Joaquín González Echegaray, la importancia de esta cueva reside en el hecho de que se han llegado a descubrir objetos como un altar y una figura mitad humana y mitad felina, que constituyen las evidencias más antiguas de manifestaciones vinculadas con la religión.

La cueva conserva un pequeño conjunto de Arte Rupestre, todavía mal conocido, donde se han catalogado varias cabezas de reducido tamaño y un cuadrúpedo grande incompleto, además de otras representaciones no naturalistas, todas ellas grabadas. Además de los restos paleolíticos, se han hallado vestigios arqueológicos de otras épocas. Así, han aparecido materiales del Bronce Antiguo, de la época tardo-antigua y medieval, además de las denominadas marcas negras, manifestaciones rupestres de época medieval.