La Asociación Cántabra de Amigos del Ferrocarril (ACAF)  ha organizado, con la colaboración del Ayuntamiento, la exposición ‘Los Ferrocarriles y la Minería en Camargo', que se podrá visitar en la Sala B del Centro Cultural La Vidriera del 4 al 15 de octubre, en horario de cinco a nueve de la noche.

El alcalde de Camargo, Angel Duque, inaugurará el lunes a las ocho de la tarde esta exposición que se complementa con dos conferencias de los expertos Manuel López-Calderón y Gerardo Cueto los días 13 y 14, respectivamente y la proyección de la película ‘Un invierno en el corazón de La Robla', de José Manuel del Castillo, el día 15. Estas actividades paralelas se desarrollarán en la sala de conferencias a las 20 horas. 

La Asociación de Amigos del Ferrocarril mostrará en La Vidriera parte de su material museístico, especialmente objetos antiguos como farolas, compostores de billetes de cartón, un teléfono de manivela o una campana, todas ellas piezas reales de trenes antiguos, además de maniquíes de oficios ferroviarios como fogoneros, jefe de estación o guardesa. La exposición también contará con una colección de billetes antiguos, cuadros y fotografías de la época, así como una maqueta antigua de la estación de ferrocarriles de la costa, que se derribó en septiembre de 1936.

Las compañías que operaban en la zona minera de Camargo construyeron, entre otras infraestructuras de transporte, varios ferrocarriles para colocar el mineral con rapidez y economía en el puerto, lo que permitió a finales del siglo XIX y principios del siglo XX que la minería del hierro de la comarca alcanzara su máximo desarrollo.

LLEGADA DEL FERROCARRIL A CAMARGO

La llegada del ferrocarril y las grandes industrias asentadas en las inmediaciones, sobre terrenos de marismas desecadas, motivaron el nacimiento de un importante núcleo dedicado al comercio y a la industria auxiliar. Así, importantes industrias siderúrgicas, de transformación de metales, de producción de fertilizantes, mineras, tejeras y canteras se asientan en Camargo y alrededores, aprovechando los yacimientos de la zona.

En el último cuarto del siglo XIX con el inicio del ciclo de la minería del hierro al sur de la Bahía de Santander, los positivos efectos de este ciclo económico se dejaron sentir en casi todos los aspectos de la vida en el municipio, comenzando por el incremento de su población, engrosada por los mineros que acudían a trabajar a los yacimientos camargueses. Pero también por la conversión de Camargo en núcleo de servicios complementarios a la actividad minera, muy especialmente el transporte ferroviario y marítimo que condujo las menas arrancadas en estas minas, a los centros de consumo nacionales y extranjeros, fundamentalmente ingleses.

Con ello, la historia de Camargo quedaba definitivamente ligada, hasta hoy, a la industria y el trabajo de sus gentes, tal y como destaca José Ajuria Ruiz en el prólogo del tríptico informativo editado por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Camargo con motivo de esta exposición, en el que se recuerda que hace 152  años que circuló por  Camargo el Ferrocarril de Isabel II de vía ancha, que unía Alar con  Santander; y paraba en Boo y Guarnizo que por aquel entonces pertenecían al Ayuntamiento de Camargo. Años más tarde, en 1892, el Ferrocarril Santander-Solares pasaba por la estación de Maliaño.

Fundada a finales de los años 70, la Asociación de Amigos del Ferrocarril (http://www.acafcantabria.es/) es un colectivo sin ánimo de lucro cuyos socios trabajan para que no se pierda la memoria de lo que  ha  significado  para  esta  región el ferrocarril. En su sede, ubicada en Santander (entre vías de RENFE y FEVE), tiene un museo que se puede visitar gratuitamente los martes y viernes de 19.30 a 22 horas, con locomotoras de vapor, eléctricas, tractores ferroviarios, máquinas quitanieves, un remolque de tranvía, agujas y todo tipo de accesorios.