El Centro Cultural de la Vidriera acoge la exposición "Lazos de sangre", que se prolongará hasta el 6 de abril. Un trabajo que en el que su autora, Concha Romeu, rinde homenaje a los protagonistas involuntarios de las noticias, de la barbarie cotidiana: los olvidados.

         Y lo hace con retales de sábanas que han sido pensadas, cosidas, bordadas, usadas, lavadas, planchadas y guardadas cuidadosamente en armarios por mujeres de otra época. Sábanas de algodón, símbolo de hogar, intimidad, seguridad,  reposo, estabilidad en las que se plasman retazos de la vida de personajes anónimos sacados del olvido por Concha Romeu.

         La artista madrileña tiñe de rojo y negro sábanas blancas heredadas de sus abuelas o rescatadas de anticuarios y las inunda de imágenes, de puntadas, de bordados, de remiendos que simbolizan miles de historias cotidianas pero desgarradoras, convertidas en algo efímero por la vorágine informativa de los medios de comunicación.

         A través de 15 cuadros y tres libros elaborados a partir de retales de sábanas desgastadas, desgarradas, desechadas, Concha Romeu cuenta historias de gente corriente utilizando sábanas salpicadas de manchas rojas a modo de metáforas de sangre y dolor. Sábanas con rostros impresos que guardan biografías repletas de recuerdos, de sacrificios, de desgracias, pero también de alegría, de amor y de esperanza.

         Organizada por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Camargo, que dirige Juan Ramírez, "Lazos de sangre" muestra rostros de mujeres que se deshilachan por el paso de la vida, por la generosidad hacia sus seres hijos, sus maridos, sus seres queridos hasta quedar prácticamente desdibujados en una mirada que las iguala a todas.

         Concha Romeu, licenciada en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid, ha participado desde 1974 en numerosas exposiciones individuales y colectivas.