Durante la visita, usuarios y responsables trasladaron al Alcalde la petición de equipos informáticos, petición que Movellán se comprometió a satisfacer porque según señaló "va a potenciar la actividad que se desarrolla en este espacio y a ser un atractivo más para los chicos y chicas y un apoyo a su formación".

El Centro de Día de Atención Al Menor den Camargo ofrece un espacio de actividad, convivencia y formación a  menores de 6 a 17 años que lo precisan para garantizar su seguridad y bienestar bien a causa de situaciones familiares puntuales bien por problemas estructurales en su entorno.

Los menores acuden a este espacio para participar en una actividad lúdica en periodo estival que se alterna durante el curso escolar con espacios y tiempos reservados a la disciplina del estudio.

Los usuarios pertenecen a edades de los 6 a los 14 años. Si bien el Centro atiende a los chicos hasta cumplir los 18,  no hay en este momento usuarios de esa edad en Camargo.

La Asociación Cuin presta en Camargo los servicios complementarios de atención a Menores en Riesgo de Desprotección y Desprotección Moderada.

El Centro de Día tiene como misión, a través del trabajo de personal especializado, realizar acción educativa integral potenciando la madurez del menor, mediante la atención individual a su desarrollo físico, social, emocional-afectivo, cognitivo, conductual y de motivación personal. Para ello, aborda aspectos relacionados tanto con la comunidad en la que el menor se desenvuelve como aquellos propios de la familia e individuales del propio menor.

 Trata de un recurso social de apoyo a familias, que por su especial situación no disponen de los recursos personales, materiales, etc, suficientes para cubrir adecuadamente las necesidades de los menores a su cargo, ofreciendo un espacio de formación y ocio creativo donde estos vean cubiertas sus necesidades, refuercen sus habilidades sociales, académicas, etc, y mejoren su integración social. 

El objetivo general consiste en proporcionar un entorno seguro y enriquecedor, una atención adecuada a sus necesidades y una intervención especializada en los casos que sea necesaria. 

Permite la supervisión diaria de los menores, facilitando a estos los menores los apoyos necesarios para que puedan desarrollarse de una forma adecuada, y colaborando con las familias en la mejora de la atención que prestan a sus hijos e hijas.